Periodismo doble moral

Retumba en los oídos amaestrados el eco inconexo de los comentarios superfluos de la gran prensa nacional. Otro ´´escándalo´´, un nuevo acto de bajeza propio de los enanos que dicen gobernar este país, acostumbrado ya a presenciar el innoble espectáculo de una corte de bufones ebrios de poder y de sangre, que mancillaron con sus actos los restos de la dignidad de una nación que yace postrada ante la infamia y el sagrado corazón.
Ahora, aquellos que posan de periodistas serios, se muestran sorprendidos por la forma como en el ministerio de agricultura se asignan los recursos para fomentar la actividad agropecuaria.
Están alarmados porque descubrieron !Oh Sorpresa! Que los mayores beneficiados han sido las ´´familias prestantes´´, de cada región, los personajes ilustres- incluida una reina-, en suma, la ´´gente de bien´´,los mismos que promueven la segunda reelección, con recursos y vociferaciones, interesados en prolongar una guerra en la que NO morirán sus hijos, cuyos estruendos percibirán cómodamente a través de las pantallas de televisión.
Para ellos todo, porque como reza el catecismo del mesías redentor, hay que promover la confianza inversionista, y claro, cómo no estar confiados cuando del erario público se financian los proyectos productivos que acrecientan la concentración de la riqueza y perpetuán en el tiempo las estructuras del despojo y la miseria que carcome las entrañas de un pueblo
impasible que lleva incrustados en su cerebro los grilletes que adornaban antes sus pies descalzos.
Y se sorprenden nuestros buenos periodistas ante una realidad que se ha venido configurando con el devenir convulsionado de los años, ¿no conocen acaso la historia? O más bien ¿han sido cómplices estipendiados de la farsa democrática mediante la cual la clase dominante nos ha impuesto su interés como si fuese el interés de todos? Juzgue usted apreciado lector.
Lo cierto es que en Colombia siempre se ha gobernado a favor de una elite reducida en tamaño pero gigante en ambición.
En el sector rural, por ejemplo, se ha postergado impunemente la materialización de la reforma agraria integral, que ponga fin a la desigual e injusta tenencia de la tierra. Los latifundistas se han opuesto históricamente, con las leyes y con las armas en la mano, a este anhelo necesario de las comunidades campesinas e indígenas, es más, en el colmo del cinismo y la barbarie, han impulsado a sangre y fuego la contrarreforma, que les ha permitido ´´acceder´´ a nuevos territorios,
aptos para los mega proyectos imperiales y para cultivos extensivos como la palma, que son parte del reposicionamiento paramilitar, bastión fundamental del proyecto uribista, que “salvará” la patria ahogándola en la sangre y las lagrimas de sus hijos más humildes.
Y el campesino sin tierra y sin recursos, mira absorto cómo los aviones venidos del norte esparcen el rocío tóxico que destruye sus escasos sembradíos y enferma a su familia, en tanto esquiva las balas made in USA del “glorioso” ejército de Colombia, ávido de resultados, especialista en uniformar cadáveres; y en los laberintos de la gran ciudad, tres millones
de desterrados deambulan sin rumbo fijo, ante la indolencia indiferente de una sociedad mediatizada, hábilmente anestesiada con realyties y consejos comunales, que no ve más allá de los titulares noticiosos y los sermones dominicales.
Y ¿qué han dicho al respecto nuestros ilustres periodistas? Nada pueden decir. Ellos son también parte de esta obra trágica que se ha montado en el teatro de lo absurdo de la politiquería colombiana.
¿Acaso han expresado alguna vez tan siquiera, un vocablo de denuncia ante las heridas abiertas en el cuerpo lacerado de la Colombia negada y excluida? NO. Nada han dicho y nada dirán, sus fauces se entretienen con los mendrugos que la oligarquía criminal les ofrece para que contribuyan con su mutismo al “progreso” del país.
¿Qué dicen los grandes medios acerca de la cruzada imperialista? De los TLC?, ¿del Plan – contra Colombia?, ¿de las bases militares, símbolos supremos del servilismo y la conquista? NADA, solo alabanzas y gratitudes se ven y escuchan por doquier; silencio impune frente a las políticas económicas y fiscales del gobierno que agudiza aún más los índices de
pobreza.
Que no se muestren sorprendidos ahora. En este país propenso al olvido, siempre se ha impuesto el interés egoísta y mezquino de unos pocos sobrelas necesidades y aspiraciones de la inmensa mayoría, y los medios masivos de comunicación, RCN, CARACOL, EL TIEMPO y demás agencias de la distorsión, han hecho su aporte, imponiendo con sutileza una realidad
virtual, sembrando en las conciencias, la semillas del conformismo y la inmovilidad propios de los grandes rebaños, que se limitan a seguir dócilmente al pastor que los llevara al sacrificio.
Es claro entonces que las cifras enormes obsequiadas en el programa Agro Ingreso Seguro, más allá de asombrarnos y de las exclamaciones intrascendentes de los periodistas banales, son una evidencia más del carácter oligárquico del actual régimen político.
¡Ah! qué sería de suelo fértil si no fuese porque aún existen hombres y mujeres dignos que desde las trincheras de la clandestinidad y desde las tribunas públicas, asumen con valentía y compromiso la labor necesaria de denunciar el oprobio y anunciar la hora definitiva, cuando el decoro y la dignidad rebelde, renueven el espíritu de un pueblo que levantará su cabeza poderosa y afrontará con decisión y firmeza la construcción de la Colombia Nueva.
MOVIMIENTO BOLIVARIANO
SUROCCIDENTE DE COLOMBIA
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